La Carlota resurge con un nuevo ambiente para los fines de semana a consecuencia de la ley “antibotellón” aplicada en 2011
Julio Sánchez | 14 de enero de 2016
La movida carloteña llegó a un punto de descontrol en los fines de semana, muy afluenciados por jóvenes de otras localidades, algunos de ellos promotores de delitos contra la salud publica en algunos de los casos.
Ver artículo lo ocurrido el 4 de Julio de 2010.
El Pleno de la Carlota, en una sesión del 22 de diciembre de 2010 y al amparo de un decreto de la Junta del 2006 en el que se determinaban los espacios abiertos donde desarrollar actividades de ocio al aire libre en los municipios, aprobó la derogación de la ordenanza reguladora anterior y, al no contemplarse espacios abiertos habilitados para celebrar los botellones se instituyó la prohibición del consumo de bebidas en la vía pública.
Tras una campaña informativa, en diciembre del 2010 se aprobó la derogación, se abrió el periodo de alegaciones en enero del 2011 y se comenzó a aplicar en marzo.
Desde entonces, se ha sancionado a más de un millar de personas, la mayoría de fuera de nuestra localidad.
La decisión de la entonces alcaldesa Rafaela Crespín, de no habilitar un “botellodromo” alternativo, fue criticada por la oposición y algunos sectores de la juventud. Pero pasado el tiempo se ha reestablecido en una reeducación en el ocio, más respetuoso con la salud publica y una mayor seguridad.
Al principio, algunos grupos que se concentran en puntos dispersos de la localidad para hacer botellón, como plazas y olivares, otros espacios, eludiendo el control exhaustivo de las fuerzas de orden, que también en estos puntos actuaron firmemente.
Progresivamente se ha concenciado a la población tanto local como visitante, y el hecho demuestra que la juventud carloteña es bastante responsable en el cumplimiento de la ley vigente.
A su vez el ambiente que había creado entre las antiguas dos discotecas, fue mermando hasta dejar un ambiente poco afluenciado por los jóvenes de nuestra localidad, sin que se tuviese afluencia de otras localidades. De hecho, pasó de haber dos discotecas a solo una.
Desde el pasado año 2015, el ambiente de los fines de semana ha ido en aumento, pero creado por los jóvenes de localidad, y con tendencias a concentrarse en establecimientos dentro del núcleo del pueblo, de forma totalmente respetuosa y silenciosa con la zona de ocio.
Asimismo el ambiente también ha progresado para recuperarse en el polígono de igual forma progresiva y controlada, con un ambiente moderno y moderado mucho más respetuoso con la salud pública, tanto en el consumo de alcohol como con la contaminación acústica y por supuesto una mayor seguridad.
