Los clubs online, buena alternativa para aficiones minoritarias
Internet ha revolucionado nuestras vidas prácticamente en todos los sentidos. Eso no es ninguna noticia; lo que no deja de sorprender es cómo se está aprovechando esta tecnología acercarla cada vez más a nuestra vida cotidiana. La última tendencia es hacer que esa herramienta que parecía que nos iba a alienar, sirva para crear redes sociales de las que beneficiarnos.
Ahora podemos acceder a trabajos que a los que antes no podíamos o hablar de manera instantánea y gratuita con alguien que esté al otro lado del mundo. Ya no importa el lugar donde vivamos, el mundo virtual es accesible estén donde estén. Hace unos años toda la información simplemente estaban en esa “nube” virtual; sin embargo, cada vez es más común compartirla en comunidades: crecen, están más organizadas y utilizan mejor las posibilidades que ofrece la Red.
A través de blogs, foros o páginas en las que podemos compartir nuestras fotografías o inquietudes, se puede interactuar con otras personas más o menos afines. Con los clubs online esta afinidad es todavía mayor y la interacción va un paso más allá.
Los clubs online permiten poner en contacto a personas que no tienen en su entorno a quien comparta su misma afición, o sí que los tienen pero no cuentan con un lugar desde el que desarrollar esa afición.
El sector en el que más proliferan los clubs online es en el de los juegos. El ocio ha sabido utilizar como nadie las ventajas de internet y una de ellas es la posibilidad de poder compartir nuestro ocio con otras personas. En los llamados MMO (Massive Multiplayer Online), juegos de “multi jugador masivo” (millones de personas conectadas al mismo juego), el componente social es cada vez más fuerte. Se están creando redes de jugadores que van incluso más allá de lo virtual y acaban organizando grandes campeonatos que llenan enormes estadios de fútbol.
Lejos del tópico de que los amantes del juego online son antisociales, lo cierto es que para ellos también es muy importante poder jugar con amigos. Hay prácticas que sí podremos realizar en nuestra población pero en otros casos necesitaremos organizarnos online.
Esos dos factores, el social (estar con los amigos) y el acceso universal (poder realizar la actividad desde donde sea), se están aprovechando también desde grandes empresas, conscientes de que su gran público puede estar en el salón de una pequeña casa de pueblo. Un ejemplo es el de los Home Games de Pokerstars, la mayor sala de poker online del mundo que, conscientes de que no todo el mundo tiene un casino cerca y de que no a todos les gusta jugar contra desconocidos, ofrece una herramienta para crear clubs de poker privados a los que sólo se puede acceder por invitación. Cada club gestiona sus torneos y tiene su red de jugadores.
Otras actividades más clásicas, que no tienen que ver con el juego, también aprovechan las facilidades de poder compartir conocimiento y experiencias de forma gratuita e inmediata. Es el caso de los clubs de lectura que, tal y como recogía un artículo de El País, proliferan online en los últimos años.
Hoy en día una empresa grande está obligada a estar en internet y moverse en las redes sociales. La mayoría tendrá clubs en los que dar ofertas personalizadas o, principalmente, generar confianza y fidelidad en sus clientes. Algunas van más allá y crean sus propias comunidades de intercambio, como en el Club Pescanova, pensado para amantes de la cocina y donde se pueden aprender recetas o acceder a consejos sobre nutrición de especialistas.
Y no sólo podemos hablar de clubs orientados a aficiones que pueden ser pasatiempos, sino que hay también comunidades como el Club MBA que permiten intercambiar información sobre desarrollo personal, educación o formación profesional, de manera que no hay que limitarse a los cursos que se ofrezcan en su lugar de residencia o renunciar a formarse por falta de recursos económicos.
Los clubs de internet cumplen las mismas funciones que las agrupaciones de toda la vida: formar parte de una comunidad, hacer vida social y disfrutar de una forma organizada de entretenimiento y aprendizaje.