El Milar Córdoba BF ya cuenta con tres jugadoras que han alcanzado los 200 puntos en su temporada y media de historia en el baloncesto femenino autonómico y nacional. Tras conseguirlo la pívot húngara Sofía Licskai y la ala-pívot cordobesa Marta Martínez, ahora lo ha logrado también la ala-pívot carloteña María Castro.
La joven jugadora carloteña rebasó la barrera de los dos centenares de puntos en el primer cuarto de la victoria de su equipo por 69-54 contra el Institutos de Compostela. El Milar BF, tras su último triunfo, cerró la primera vuelta en la sexta plaza con 8 victorias en 13 encuentros.
María Castro Rodríguez (La Carlota, 13 de marzo del 2000) es una jugadora de 21 años y 1,77 metros que en la actual temporada está promediando 3,2 puntos, 1,7 rebotes y 1,9 de valoración en 10,2 minutos. Su capacidad para fajarse sin descanso bajo los tableros ante cualquier rival ha contagiado en muchos partidos a este conjunto debutante en La Liga 2. Castro es sin duda una gladiadora en la cancha.
Formada en el club de su localidad, acumuló un amplio palmarés en las categorías de base, pues con las selecciones andaluzas obtuvo un título nacional infantil en 2014 y dos subcampeonatos en minis y cadetes. Con las selecciones cordobesas ganó la corona andaluza mini de la temporada 11-12, además de una plata y dos bronces. También logró un subcampeonato andaluz mini por clubs con La Carlota. En la categoría sénior disputó la seis últimas ediciones de la N1 Nacional, cinco con el Maristas y la anterior con el actual Milar Córdoba.
María Castro reconoce que le ha dado mucha alegría la llegada a los 200 puntos porque “lo considero un impulso para seguir trabajando y sumando para el equipo”.
En el encuentro ante el Compostela se vio con buenas sensaciones y “cómoda en la pista, pues siento que estoy en una fase ascendente, aunque lo realmente importante es que fue un partido muy completo de todo el equipo que nos va a servir para seguir creciendo”.
La carloteña se ve ahora mejor que en el inicio de la liga porque ha tenido que superar una fase de adaptación con “jugadoras nuevas, entrenador nuevo y una categoría en la que no había militado antes, una fase de adaptación que ha sido tanto personal como grupal que ya hemos superado con éxito”.
María Castro se ha visto mejorando con el paso de los partidos “de una manera progresiva y más fácil gracias al grupo”. Además añade que “pegué el estirón pronto y empecé por ello de pívot, aunque al quedarme más pequeña, con los años pasé a jugar de ala-pívot, incluso el entrenador me está usando esta temporada en algunas ocasiones de alero”.
La cordobesa cree que el Milar está siendo “un equipo debutante, joven, luchador y con ilusión”, además de destacar por “ser fuertes en casa y competitivas fuera, pese a que todavía nos queda mucho margen de mejora”.
María Castro ve la permanencia, el objetivo inicial del Milar, “encarrilada e incluso veo al equipo capacitado para pelear por la zona noble de la clasificación”.