Tras la no aprobación, por parte del Grupo Municipal Socialista, de la constitución de una Comisión de Investigación sobre la destitución del Concejal Delegado de Cultura y Participación Ciudadana en el pasado pleno, para GANEMOS La Carlota no están claras las razones por las cuales el alcalde quiere llevar a efecto el cese en sus cargos del concejal Alfonso Gálvez Carmona y además avoca, es decir, asume
con este cese la resolución del conflicto, cuando ni siquiera sabemos cuál es ese conflicto. Una vez más, la TRANSPARECIA es algo no prioritario para el partido que gobierna nuestro pueblo.
Tal vez en otros ámbitos se pueden asumir estas acciones sin que se tengan que dar explicaciones, pero en este caso estamos en una institución que actúa y desarrolla sus funciones sostenida por los impuestos que pagamos todos y todas y por lo tanto, TODO lo que ocurre en el desempeño de sus atribuciones, tiene que estar justificado e informado de manera clara, diligente y sencilla a la población.
Todo lo contario es lo que está pasando, ya que hemos asistido con vergüenza al cruce de declaraciones de ambas partes en redes sociales, a saber: por un lado el concejal acusa al alcalde de coacción al obligarlo a dimitir mediante presión y a privarle de su derecho a opinar sobre su cese, ya que según palabras del concejal, le pide que se vaya sin hacer ruido. Y por otro lado el alcalde manifiesta que el cese viene dado por la mala gestión que el concejal viene realizando de sus áreas y que ha motivado mala relación con las personas que trabajan a su cargo.
Todas estas cuestiones sin aclarar, llevan a la población en estos días a hacerse una serie de preguntas que este grupo municipal, fiel a su labor de ser la voz del pueblo, traslada tal cual las hemos oído en la calle, ¿quién tiene aquí la razón?, ¿por qué el alcalde insta al concejal a irse sin hacer ruido, quizás el alcalde teme que el concejal pueda hacer uso de información que sea negativa para el alcalde?, ¿tal vez es al revés y el alcalde tenga información de algún aspecto del trabajo del concejal que le comprometa y así lo intimida?, ¿quizás la excesiva presencia de actos religiosos e imágenes cristianas y el perfil de la cultura únicamente vinculada al folklore promovidas por el concejal sean la causa del desencuentro?, ¿de qué va vivir ahora Alfonso, tal vez le den otra vez su puesto anterior y así todo se queda en nada?.
Las acusaciones han sido muy graves entre ambos y las preguntas sin resolver de la población muchas. Es por esto que pedimos que se esclarezca si las acusaciones vertidas son ciertas o no y que se den respuestas a las cuestiones sin resolver que la ciudadanía, a la que nos debemos, se hace.