En 2016, el radar de la Cuesta del Espino en la Autovía del Sur (A-4) en dirección a Córdoba se convirtió en el cinemómetro que más multas ponía al día de toda España. Entonces, más de 80.000 conductores fueron cazados en un año superando los límites de velocidad, que en el kilómetro 418 es de 80 kilómetros por hora.
La Dirección General de Tráfico optó por colocar ese radar al principio del que estaba considerado como el tramo más peligroso de toda la A-4 en Córdoba. Apenas dos kilómetros más abajo, cuando acababan las curvas, hay un segundo radar, que también vigila que los conductores no superen los 70 kilómetros por hora.
Los usuarios de la autovía se quejaron de la instalación del radar. Aunque era advertido por señales tanto estáticas como luminosas, muchos conductores no lo advirtieron. Los turismos tenían que reducir su velocidad de 120 a 80 kilómetros por hora en pocos metros. Las multas comenzaron a llegar en cascada, unida a la retirada de puntos. Y las asociaciones de conductores, a quejarse.
Desde hace cuatro años, el radar ha ido bajando posiciones en la lista de los más multones de España, un ranking elaborado por la Asociación de Automovilistas de España con datos de Tráfico. En 2020, el radar de la Cuesta del Espino ya no está ni entre los 50 primeros. De hecho, en la provincia de Córdoba no hay ni un radar en esa lista.
Es más, aunque el tramo sigue limitado a velocidad muy reducida y tiene dos controles de velocidad, la Cuesta del Espino en dirección a Córdoba ha dejado de ser un punto negro de concentración de accidentes de tráfico. La clave está precisamente en que el que fue el radar con más multas de España están muy señalizado.
Antes de llegar al cinemómetro, varias señales advierten de la presencia del radar y de la peligrosidad del tramo que viene. Todavía unos metros antes del radar hay uno informativo, que advierte al conductor de la velocidad a la que circula. Si va a más de 80 kilómetros por hora tendrá que pisar el freno si no quiere pagar una multa.
Es decir, si el radar pone menos multas es por que los vehículos van a menos velocidad. Y si circulan más lentos hay una altísima probabilidad de que se produzcan menos accidentes de tráfico.
La Cuesta del Espino es un tramo negro desde que se construyó la autovía entre Córdoba y Sevilla poco antes de la Expo 92. La rapidez del proyecto hizo que se desdoblara la antigua N-IV, una carretera convencional, y se aprovechara un tramo ya existente en la Cuesta del Espino, en contra del criterio de algunos técnicos que optaban por construir un trazado nuevo y menos sinuoso entre Córdoba y La Carlota por Guadalcázar.
Ahora, el Gobierno trabaja en un proyecto para jubilar la Cuesta del Espino y diseña un estudio previo que podría alejar la autovía de Córdoba capital construyendo un nuevo trazado desde Villafranca hasta La Carlota. El objetivo sería que la A-4 cumpla con todos los criterios europeos para una autovía de gran capacidad que soporta uno de los mayores niveles de tráfico de toda España.