El Gobierno ha puesto sobre la mesa una vieja idea que en los últimos años rondaba por los despachos ministeriales: cobrar a partir del año 2024 por el uso de las autopistas y autovías de la red estatal. Pero el Ejecutivo va más allá: también se abre la posibilidad de extender los peajes a las carreteras nacionales de un solo carril. Y, con posterioridad, negociar con las comunidades autónomas el cobro en las autopistas y autovías bajo su titularidad.
La propuesta, incluida en la Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido por el Gobierno a Bruselas, persigue «avanzar hacia la internalización de los costes externos del transporte bajo el principio del cobro al 'usuario pagador y también el principio de 'quien contamina paga'».Y aunque el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, insiste en que se trata sólo de una «idea», ya se calcula el impacto económico que supondría para los conductores particulares y los transportistas. A estos últimos se dirigirá una campaña de «sensibilización y concienciación», y la búsqueda de fórmulas para que el coste lo asuma el contratista de la carga, y no ellos.
La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras ( Acex) cree que un peaje de entre 3 y 5 céntimos por kilómetro de media bastaría para enjugar el déficit acumulado por la conservación de las carreteras, estimado en 8.000 millones de euros. Seopan, la patronal de las grandes constructoras, propone un cobro de 3 céntimos por kilómetro para los vehículos ligeros y de 14 céntimos para los pesados.
Implantar un peaje medio de 4 céntimos supondría pagar 9 euros por el trayecto entre Madrid y Burgos, 12 euros para ir desde la capital hasta Zaragoza; 14 euros para el trayecto Madrid-Valencia; o 22 euros hasta A Coruña.
La red estatal de carreteras alcanza los 26.466 kilómetros de extensión, de los que 12.000 son vías de alta capacidad. En los últimos años la tendencia ha sido la de eliminar peajes conforme expiraban las concesiones de algunas de las autopistas. Por ejemplo, a finales de 2018 se acabó con el cobro en el tramo de la AP-1 entre Burgos y Armiñón.